jueves, 28 de noviembre de 2013

CAPITULO 33 - El final.

Llena de rabia y de furia me abalancé sobre el que mató al único chico que he llegado a querer, le clavé un cuchillo en el ojo y corriendo volví a donde estaba Arlet.  El suelo comenzaba a llenarse de un pastoso líquido rojo, desesperada trataba de tapar sus heridas, pero no tenía mas que mis manos. La agonía me tenía presa, pero el me acariciaba el pelo tranquilizador.
- Déjalo Sofia, con dos manos no se pueden tapar los agujeros de bala... Déjalo
Hablaba bajo, y se podía notar lo mucho que le costaba...
-No pasa nada, no pasa nada, pronto llegarán a ayudarnos, ya lo verás. - Mis ojos estaban completamente llenos de lágrimas, lágrimas que caían sobre su rostro, sobre su dulce sonrisa que aún ahora mantenía. - No cierres los ojos, habla conmigo, tienes que vivir.
No sabía que decir, no sabía que se dice en esos momentos cuando sabes que la persona que está a tu lado, por mucho que trates de engañarte seguramente morirá... Tenía un nudo en la garganta y no podía hablar, era como si temiese que al hacerlo pudiera caer derrumbada a su lado.
-Sabes lo primero que pensé cuando te vi? - Me dijo con algunas lágrimas en los ojos.
- No, dime, que pensaste - Dije mientras trataba de serenarme
- Ya no eras pelirroja como de pequeña, ahora tu pelo es mas oscuro, pensé en lo guapa que estabas así, yo creía que no era posible que me parecieses mas guapa pero ya ves...

Se volbió a hacer el silencio de nuevo. Solo podía pensar en cuendo éramos pequeños y éramos felices... Y ahora estábamos tirados en una habitación mientras el se desangraba por salvarme, se le cerraban los ojos...
- Arlet no cierres los ojos.  HABLAME, HÁBLAME.
- Cerrarlos me ayuda a recordar...
-Arlet, como es el mar? Dímelo una vez más, por última vez
-Azul, verde, es precioso, casi tanto como tus ojos, déjame verlos por última vez - Dijo alzando la vista, yo estaba arrodillada, manteniendo su cabeza en mis piernas, así que me incliné, llenando su rostro de pequeñas gotitas. - Déjame besarte por última vez.

Me incliné `para darle aquel que sería nuestro último beso, pero sus labios ya no respondían, estaban fríos como el hielo.
- Arlet, Arlet no te me vallas por favor, te necesito.  Despierta, despierta!!
Ya no me respondía, el que tenía palabras para todo y ahora so cálida voz ya no estaba, no estaba para calmarme en noches oscuras, para hacerme reír cuando lo necesitaba, en aquella habitación solo se oían mis gritos, mis lamentos, mi respiración frenética y mis súplicas. No sabía lo que estaría pasando fuera de esa habitación, puede que Ryu y Juliette no desactivaran el módulo, y que llegaran mas robotrs, puede que hubieran muerto, puede que no, pero me daba igual, solo me importaba Arlet, el mundo me carecía de sentido, sin ir cogida de su mano ya no valía la pena caminar, sin el a mi lado, todos los motivos que tenía para salir a delante habían desaparecido, ver el mar? para qué si ya no podría abrazarme a nadie. No tenía motivos para vivir, excepto... Que el era el padre del ser que llevaba en mi interior.

jueves, 21 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 32 - Drones

Al salir en seguida nos encontramos con Black, Ryu y Juliette y sus caras de preocupación. Arlet les enseñó los códigos victorioso, pero creo que mi expresión de miedo, orgullo y tristeza no les pudo pasar inadvertida, tanto fue así que hasta Juliette con su hombro destrozado se acercó a mi para limpiarme las lágrimas que asomaban mis ojos.

-Tenemos que irnos, pronto amanecerá y los de la casa se darán cuenta de lo que ha pasado, si no lo hacen antes... - Dijo Ryu
Asentí con la cabeza, y marchamos para la fábrica que quedaba a unos diez minutos de camino.
Llegamos y nos encontramos con toda la fábrica rodeada de centinelas, drones que custodiaban el módulo central. No nos quedaba otra que abrirnos paso entre aquellas murallas de drones.
Comenzamos a disparar a los robots, abatiendo a todos los que se acercaban a nuestra posición, se nos empezaban a agotar los cartuchos y ya no sabíamos que hacer cuando Juliette lanzó una granada hacia la pared de la fábrica creando una brecha, que dejaba entre ver algo del interior de la fábrica.
-No tenemos munición - Dije - Solo nos queda correr
Así que echamos a correr desesperadamente hacia la brecha evitando o combatiendo a los drones que aún quedaban. El primero en llegar fue Black, que abatió la pared con su propio cuerpo abriéndose camino. Luego entramos Arlet y yo, junto con un dron que nos perseguía. Intenté hacia la derecha, pero Arlet cogiéndome de la mano me pegó un fuerte empujón para el sentido contrario.  Miré hacia atrás y lo último que vi fue a Ryu tirando otra granada hacia afuera, supongo que matando a el resto de drones que quedaba.

No sé cuanto tiempo duró el correr por los pasillos sin saber a donde íbamos, estaban escasamente iluminados, con luces blancas, el techo y las paredes estaba prácticamente lleno de tuberías y soldaduras, y cada paso que dábamos en nuestra frenética huida resonaba rompiendo el frío silencio del vacío en el que nos encontrábamos.
Aquel dron seguía persiguiéndonos, disparando a nuestras espaldas, y lo único que podíamos hacer era agachar la cabeza al sonido de cada disparo, tratando de protegerla, uno de sus disparos me hirió en el tobillo, pero eso no impidió que siguiera huyendo.  Sentía que mis pulmones iban a estallar, el tobillo me estaba matando y el corte que había recibido hace unos días en la rodilla también, las piernas comenzaban a fallarme cuando nos encontramos en un callejón sin salida, delante nuestra solo se alzaba una puerta. Arlet se abalanzó sobre ella hasta abrirla, entramos y atrancamos la puerta con una barra metálica que estaba tirada por la sala, aquello únicamente eran cuatro paredes grises, con algo de escombros en su interior.

Se podía oír claramente el acero de aquel dron golpeando el suelo, al aproximarse aminoró el paso, y hubo un minuto de silencio.  Yo trataba que mi dificultosa respiración no se oyese, trataba de controlar el temblor de mis piernas y el miedo que sentía. No teníamos nada para defendernos, solo pistolas vacías, navajas, y nuestros propios puños...
El dron comenzó a aporrear la puerta hasta abrirla, vi sus ojos rojos, como sacaba un arma apuntando hacia mi, y sentí un fuerte empujón que me tiraba al suelo al compás de el sonido de un disparo.
La sangre comenzó a salir de su pecho, le habían atravesado dos balas, sus ojos se llenaron de lágrimas, esos preciosos ojos que tanto me gustaba admirar, y que ya nunca volvería a ver...




lunes, 11 de noviembre de 2013

CAPITULO 31 ~ Una llave que abre mil puertas

Miré por última vez al cristal, con miedo de lo que me podía encontrar... Arlet estaba dejando sin respiración a Dimitry presionando su garganta con el brazo. Dimitry daba frenéticos golpes en el suelo con las piernas, y trataba de liberarse de los brazos de su atacante, pero lo hacía en vano. Así se mantuvieron, hasta que sus manos y piernas cesaron de agitarse.
Me senté en el suelo, algo encogida, tratando de limpiar la sangre que salpicaba mis manos. Arlet se acercó al cristal, presionó un botón y se abrió la puerta. Se acercó a mi, y se dejó caer en el suelo a mi lado. Quedó observando como frotaba frenéticamente mis manos y camiseta, mientras me corrían lagrimas por la cara, pero lloraba en silencio, dejando que se derramaran en el blanco suelo ahora teñido de rojo.
Me giró la cara suavemente con la mano obligándome a mirarlo, a pesar de que al principio mis ojos esquivaban los suyos, pero al fin y al cabo el era el único que podía consolarme en esos momentos, así que me dejé caer en sus brazos.
-Ha estado bien lo que has hecho... - Dijo mientras me limpiaba suavemente las lágrimas y sangre de la cara
-No me siento orgullosa de haber acabado con la vida de un hombre
-Míralo de otro modo, has evitado que ese hombre acabara con la vida de muchos otros.
Una sonrisa surcó mis labios, mientras le enseñaba una llave.
-Sabes lo que es esto?
-Dímelo tu
-Es la llave que hace realidad todos nuestros sueños, la que abre todas las puertas para nuestro futuro, con esta llave guarda los códigos que nos hacen falta...

Fuimos hasta un cuadro, que retiramos y encajada en la pared encontramos una caja fuerte. En ella había documentos y alguna joya. Buscamos hasta encontrarlos, encontramos los últimos códigos que nos hacían falta para desactivar el módulo.

Por fin teníamos la oportunidad de empezar de nuevo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 29 - Jaque Mate

Me encontraba encerrada en una sala por murallas de cristal, con la única compañía de mi padre adoptivo y todas mis dudas sobre lo que iba a hacer.
-Mátalo - Dijo de repente mientras apretaba un botón.
Impotente vi como Dimitry salía de una esquina y le pegaba un puñetazo tras otro a Arlet. No podía hacer nada encerrada en esta sala contigua al despacho...
-Traidor!!! traidor!!! - Gritaba mientras pegaba puñetazos en el cristal. El no me oía, ni si quiera me prestaba atención, pero aun así gritaba con todas mis fuerzas, expulsando toda la rabia que llevaba dentro - Dimitry estaba muerto - Dije dirigiéndome a mi padre - Yo misma ví como le pegaban un tiro!!!
-Bueno.... Puede que le perdonásemos la vida a cambio de unos cuantos favores...
Con las manos pegadas al cristal observaba como los dos encajaban los puñetazos del contrario, se movían a una velocidad increíble y ninguno de los dos parecía cansado.
Cuando me harté de presenciar aquello me retiré hacia mi padre, que se mantenía en una mesa jugando al ajedrez contra el mismo. Me senté frente a el, mirándole desafiadora.
-Papá, recuerdas lo que me dijistes hace unos años? - Dije mientras empezaba a mover las fichas blancas del tablero
-No se a que te refieres...

--------------------------------------------------------
4 AÑOS ANTES
--------------------------------------------------------

-Verás hija - Comenzó a hablar mientras jugaba al ajedrez - El ajedrez es como este mundo. Está dividido en dos colores, en dos mitades y una es el bando ganador y otra el perdedor, no hay punto medio. Ellos, tus oponentes intentarán atacarte, acabar con tus fichas, y seguro que acabarán con algunas. Pero esos ataques nos dicen como actúan, como van a reaccionar la próxima vez. Siempre hay una reina  o cierta ficha del equipo contrario, esas son las peores.... Atacan en todas direcciones, implacables, con valentía, por eso es con las primeras que hemos de acabar. Un día tu tendrás que elegir, el bando perdedor es de donde vienes, pero el bando ganador es en el que ahora estás, no te confundas nunca...

--------------------------------------------------------

-Pues verás papá ya he elegido - Me puse en pié, saqué la pistola y apunté entre los ojos - Ya ves, puede que los de la Veta no seamos el bando perdedor... Y yo soy esa reina, esa ficha que ataca en todas direcciones implacable. Debiste acabar conmigo cuando tubiste oportunidad... Jaque Mate - Dije comiendo su rey en el tablero. Una lágrima recorrió mi cara. Me puse recta. Encontré mas de un motivo por el que luchar. Apreté al gatillo. Oí el sonido de el cañón disparando. Mi padre, el presidente de Dómino, Rush, murió de un tiro.


viernes, 1 de noviembre de 2013

CAPITULO 29 - Quien eres?

- Sofía!!! Vete de aquí - Me dijo Arlet

- Yo de aquí no me muevo hasta que alguien me explique lo que está ocurriendo, yo soy la que tiene la pistola, asi que yo soy quien decido!! Si alguno de vosotros intenta hacer el mas leve movimiento... DISPARO ¿entendido? Me da igual que seas mi padre y me da igual que tu seas mi marido, por que ahora mismo estoy deliberando si matarte por traidor o por hacerme creer que estabas muerto. PERO TE DAS CUENTA DE LO PREOCUPADA QUE ESTABA!!!!????

-Cariño vaja esa pistola, por favor - Yo estaba enfadada y confusa, Arlet me miraba estupefacto por mi repentino discurso pero mi padre hablaba tranquilo y sosegado, como siempre lo hacía. - te comprendo perfectamente, pero la violencia no arregla las cosas...

-Tu no eres el mas indicado para hablar no crees? - Soltó Arlet, con una mirada de desconfianza.

-Ni tu eres el mas indicado para reñirme no crees hijo?

-Yo dejé de serlo hace mucho tiempo

-HIJO?! - Dije gritando

-Eras demasiado pequeño, te tomabas las cosas demasiado en serio

-De eso nada!!

-Que está pasando aquí? - Yo no podía ocultar mi confusión

-Sigo manteniendo que eres un asesino y un mentiroso - Siguió Arlet sin hacerme caso

-Eres su hijo?!?!?!

-Para ser el presidente no va a ser todo un camino de rosas!!! - Mi padre empezaba a alzar la voz, era la primera vez que se lo veía a hacer. Se levantó de su silla y apoyó las manos en la mesa, encarándose a Arlet.

-Lo ERA!!! - Arlet se tambien se encaró a mi padre, solo los separaba una mesa...

Disparé tres veces al techo y se hizo el silencio.

-Pero que pasa a qui?!?! - Dije en voz baja y con lágrimas en los ojos.

-Ven conmigo y te lo explicaré - Mi padre me tendió la mano y señaló con la cabeza una especie de sala insonorizada, separada de su despacho por un cristal blindado.

-No lo hagas Sofia... - Me imploró

-Lo siento - Dije en un susurro, bajando la pistola y tomando la mano de mi padre.

Entramos en la sala y las puertas se cerraron herméticamente tras de nosotros... Era un asesino? Un buen hombre? O simplemente un padre preocupado por sus hijos?