lunes, 30 de septiembre de 2013

CAPITULO 11 - Cicatrices

- Como la toques te mato. - El mundo se silenció, noté como dejaba de hundir el puñal en mi piel, empecé a abrir los ojos lentamente y vi su cara llena de odio hacia quien le había dado la orden, notaba la sangre corriendo por mi cara, y un intenso dolor mas abajo del ojo. -La próxima vez que le acerques ese puñal, te corto la mano.- No sabía que Arlet pudiera llegar a sonar tan agresivo...
Yo seguí inmóvil hasta que ese hombre hubo desaparecido, me giré hacia el limpiándome las lagrimas, lo que llenó mi cara de sangre más aún, se podía ver en el una expresión de horror y de resentimiento, le abracé tan fuerte como pude.
-Maldita sea, por que no pude llegar un poco antes?, Todo esto es culpa mía...
-Arlet tu no tienes culpa de nada- La cara me dolía horrores, pero le miré tratando de fingir que ni siquiera lo notaba, como si no hubiera sido nada -Ves, no pasa nada, me limpio la herida y ya está...
Arlet me miraba dubitativo, sin saber, sin saber a que atenerse, supongo que mis manos temblorosas no le convencían demasiado de que aquello no había sido nada... Me abrazó de nuevo, se quitó su camiseta y me la dio, lo que me hizo recordar de que estaba prácticamente desnuda. Me la puse enseguida, mientras el sonreía.
-Vayámonos al campamento, te curaré eso. - Dijo mientras me cogía de la mano. - Donde has dejado los zapatos?
-No se...
-Pues por aquí no es aconsejable andar descalzo, te clavarás algo... Bueno que mas da, yo te llevo- Me guiñó un ojo y se puso de espaldas para que me subiera a su caballito.
Mientras tanto me fui olvidando poco a poco de el dolor que estaba padeciendo, fui olvidando lo hinchado que notaba un ojo, tanto que prácticamente no podía ver por el, hasta que llegamos al campamento. Entramos en mi tienda, allí había un pequeño espejo. Me miré en el, Tenía el lado derecho de la cara totalmente hinchado, estaba llena de sangre, tanto yo como Arlet, el cual tenía la espalda chorreando de sangre que cayó de mi herida, y yo tenía una raja por debajo de la ojera, tenía demasiado mal aspecto...
Me sentó en la cama y el se sentó en una banqueta delante mía, la puerta de la tienda estaba abierta, así que varios niños curiosos se habían acercada a observar como me curaba. Me iba limpiando la sangre seca con un trapo húmedo, hasta que quedó prácticamente limpia, entonces se alejó un poco para mirarme.
-Esto no tiene buena pinta, voy a tener que cosértelo...- Se fue de la tienda dejándome ahí sentada, en bragas, con una camiseta de hombre llenísima de sangre y unos 7 niños que se acercaron a mi a hacerme preguntas como "¿Quien te hizo eso?", "¿Por que lo hizo?" "¿Va a ser castigado?" etc. Ya me empezaba a agobiar cuando llegó Arlet.
-Veo que ya has conocido a los niños de la zona- Dijo sonriente mientras preparaba una aguja e hilo para coserme, y ya se disponía a hacerlo hasta que me di cuenta de que no tenía anestesia.
-¿Y la anestesia?
-La anestesia es un bien muy preciado, la usamos para cosas un poco mas... grabes, lo siento, vas a tener que morder algo.

viernes, 27 de septiembre de 2013

CAPITULO 10 - Demasiado bonito

Me levanté a la mañana siguiente, era temprano. No se veía gente por el campamento, excepto a alguno que otro trabajando, así que decidí ir a ver que había por ahí. Fui adentrándome poco a poco en la espesa arboleda, apartando ramas de mi camino y bajando y subiendo piedras que se interponían en mi camino. Todo me parecía increíble, estaba viendo cosas que solo había visto en los libros, bosques, animales, todo estaba tan rebosante de vida... Mientras pensaba en todas estas cosas llegue a un lago, era de aguas cristalinas, de arena en el fondo, aunque con algunas piedras, era perfecto y mas aun cuando yo no me había duchado esa mañana. Sin pensarlo dos veces empecé a quitarme la ropa hasta quedarme en ropa interior y me metí en las transparentes aguas. Estaba jugando a zambullirme con los peces cuando de repente escuché una voz.
-Hola- Me giré en seguida, tapándome lo máximo posible para que no me viera nada, me encontraba frente a un hombre que realmente daba miedo, era rubio y llevaba la cabeza rapada por los lados, tenía el cuerpo recubierto de tatuajes, los ojos mas azules y tétricos que jamás había visto, aquellos ojos me miraban con una mirada de lujuria y de maldad, era demasiado fuerte como para enfrentarme a el, y demasiado despiadado y peligroso como para no hacerlo.- Sofia, supongo, es así verdad?
-Si, si no te importa podrías no mirar, me gustaría vestirme... - Dije temerosa. Pero no sirvió de nada, solo para que se acercara más, lentamente cogió mi ropa y la olió prolongadamente, la olió como hace un animal que sigue el rastro de su presa.-Oye que haces?
-Tu no eres de por aquí verdad? No claro que no, demasiado bonita, ropa demasiado refinada, como su dueña...- Sacó un cuchillo de su pantalón de camuflaje y cortó mi camiseta - Ves ahora... ya se parece un poco mas a la nuestra, - cada vez se iba acercando mas a mi, ahora estaba en la orilla del lago, comenzando a meterse.- Y yo me pregunto... Que hace alguien de Dómino aquí? Después de haber  matado a nuestra gente, después de haber acabado con nuestro mundo, pretendes que te aceptemos? no, no, no, eso no puede ser...-Cogió mi falda, la rasgó con su cuchillo- Era demasiado bonita para esta parte del mundo... como su dueña, pero a eso le podemos poner remedio, verdad que si? - Por el cuerpo me recorrió un escalofrío, lo tenía delante de mi, las lagrimas empezaban a correr por mis mejillas, mientras el restregaba su cuchillo por mi cara - Ves estas cicatrices, míralas, - Yo mantenía los ojos cerrados - Que las mires he dicho!!! - Abrí los ojos lentamente apartando mi mirada de la suya cuanto podía, pero se veían a las leguas, eran 3 cicatrices verticales debajo del ojo izquierdo, a cada cual mas larga - Estas me las hizo tu gente, igual que muchas otras, y tu vas a pagar por ello.

jueves, 26 de septiembre de 2013

CAPITULO 9 - Bosque

Ya estaba atardeciendo, el cielo estaba de color naranja y rosa, yo iba abrazada a arlet con mi boca pegada a su omóplato, mirando por encima de su hombro, todo aquello era tan bonito... los enormes arboles del bosque por el que íbamos me ocultaban el cielo, cada vez mas, ya que cada vez nos adentrábamos mas y mas en aquel laberinto de ramas. Después de unas horas de trayecto llegamos a una especie de poblado, donde paró la moto, había casas por los árboles, tiendas montadas en el suelo, campos de tiro donde la gente tenía demasiada puntería, otros entrenaban con los cuchillos, otros tantos combatían cuerpo a cuerpo, heridos por aquí y por allá eran atendidos... A pesar de todo la gente era feliz, cuando descendimos de la moto una madre con su hijo que pasaban por ahí se paró a hablar con arlet:
-Hola cariño, estábamos preocupados, es tarde, las naves pasarán dentro de poco...
-Ya dije que volvería a tiempo.
-ya ya, y dime, quien es esta chica tan guapa? - Yo estaba a unos pasos detrás de ellos, "fijándome" en la gente, aun que en realidad estaba tratando de escuchar lo que decían.
- Oh ella es sofía, ya os dije que vendría, no se pudo resistir a mis encantos...- Dijo arqueando las cejas - jajajajajaja - "Falso, engreído, chulo..." no pude evitar pensar - Sofi ven aquí anda - Me acerqué poniendo mala cara y mirándole con la cabeza bien alta.- Te presento a carla y a su hijo marcos.
-Hooola pequeñín, que guapo, salió a la madre jajaja - El niño debía de tener 3 o 4 añitos, tenía unos intensos ojos azules y una dulce timidez que le hacía esconderse tras la pierna de su madre.
- Bueno tengo que llevármela a su tienda, nos vemos luego.
Mientras me llevaba a la tienda todo el mundo le saludaba, se chocaban las manos, cada vez de forma mas extraña o le daban besos... Llegamos a una cabaña color verde oscuro, dentro había unas mantas, y cuatro cuchillos, me extendió el "colchón" y me puso sobre el hábilmente unas mantas.
-Cenaremos dentro de un rato, vendré a llamarte- dijo disponiéndose a salir de la tiendita.
-Arlet, espera, lo siento... -Dije bajando la mirada.
-Y eso por que?
-Pues por lo que te dije... lo de asesino y eso... - Decía estas palabras como si la lengua me pesara demasiado, yo no era muy dada a pedir perdón, demasiado orgullosa supongo... pero solo se lo decía por que era el.
-Seh yo también siento que me lo llamaras, pero creo que no fui demasiado amable contigo así que... - Ponía cara de indiferencia, hasta que no pudo reprimir una carcajada- Jajajajajaja te costó, se nota que no tienes costumbre de pedir perdón, seras orgullosa! jajajaja.
-Yo pido perdón  a los que se lo merecen, no a los que me tiran en el suelo como un saco de patatas!!!
- Vaaamos no fue para tanto, tu me mordiste, ademas me has pedido perdón, así que debo suponer que me lo merezco. jajaja - No pude evitarlo y sonreí como una tonta, no había cambiado... seguía siendo el mismo. - Vamos a cenar que ya va siendo hora.- Y salimos de la tienda agarrados de la mano.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

CAPITULO 8 - Dudas

Dudaba... solo podía dudar, era evidente que algo había pasado, pero mi padre era el responsable de todo aquello? el era en el que encontré refugio cuando estaba sola, cuando nadie me aceptaba por ser de la veta, el que me siguió queriendo a pesar de yo hacer todo lo posible por que no fuera así...
-Arlet, como se que es verdad que han sido ellos?
-Sabes que solo ellos tienen esas armas, lo sabes perfectamente.- Se me llenaron los ojos de lagrimas una vez mas.
-Los quiero demasiado, en este tiempo se han convertido en mi familia, lo siento, tengo que volver...
-No lo hagas, te necesitamos
-Por que, por que yo?
-tu sabes cosas que nosotros ignoramos... Información muy valiosa. Piensa Sofi, piensa, hay tantas razones por la que esta lucha debe librarse, piénsalas, piensa en todas y dime si te compensa volver...
-Por favor no me hagas decidir
-Pero que te pasa? ya no eres la que eras antes, de ti depende todo, cuando digo todo lo digo literalmente, nos quedemos sin medicinas, sin material - me gritó - este lado se muere, y si pasa sera por tu culpa.
-Por que no te tranquilizas eh? No me uniré a vosotros, y sabes por que? Por que ya no eres ese dulce niño que conocí, solo eres un idiota arrogante que pretendes que la gente te obedezca, si crees que matando vas a arreglar algo es que simplemente eres un asesino, eso es lo que eres, tu y todos los demás que te apoyan, y adem...
-Si no vienes te tendré que llevar, no me dejas otra opción... - Acto seguido me agarró de las piernas y me colocó sobre su hombro como si de un saco se tratase, lo cual me enfureció aun mas. Le pegue cuantas patadas, tantos puñetazos como pude, y le mordí otras tantas veces hasta que el estalló.
-No me muerdas joder!- me dejó en el suelo sentada como malamente pudo, y siguió hablando mas tranquilo - Mira me da igual, si quieres quedarte aquí hazlo, pero por las noches pasan naves vigilando que nadie quede vivo y fusilan a todo el que ande por las calles- me dijo con una sonrisa ladeada, como retándome a que osara no ir con el, yo le debí de poner mi máxima cara de odio...- No me mires así princesa, te doy la oportunidad de vivir...
Y hechó a andar hacia la moto que estaba unos metros mas adelante. Yo dubitativa me quedé sentada en el suelo agarrándome las rodillas, tamborileando el suelo nerviosamente con el pié dejando ver claramente lo preocupada que estaba. Ya estaba arrancando la moto cuando eché a correr hacia el todo lo rápido que pude.
-Espera, espera!- dije resigándome, el evidentemente esperó por mi sonriendo victorioso. Cuando estuve montada arrancó la moto- No pensarías dejarme ahí no Arlet?
-Bueeeeno.... jajaajajaja tampoco tu pensabas quedarte ahí no Sofi? Te tenía por una chica lista.


domingo, 22 de septiembre de 2013

CAPITULO 7 - La historia de un nuevo mundo

Te contaré lo que pasó después de tu marcha:

"Poco después de que tu te marcharas las cosas empezaron a cambiar a paso acelerado. Yo me enteré de que te habían adoptado, ya nada me unía a aquel lugar así que me fui a ver mundo, un viejo herrero necesitaba un ayudante así que me puse a trabajar para el, para mi era como un padre. Los de Dómino cada vez nos mandaban menos medicinas, nos compraban las cosas a mas bajo precio, cada vez se veían mas guardas en las esquinas, había menos libertad, llegamos a ser como simples esclavos, la vida era trabajar, trabajar y trabajar. Así que la gente empezó a revelarse, pequeñas rebeliones en distintas regiones, pero la gente se enteraba y cada vez eran mas y mas los que decidían rebelarse contra el poder, los traidores eran mandados asesinar, a ellos y sus familias, así que esto enfurecía mas a la gente que no pretendía cesar en su empeño. Las cosas se les iban de las manos y ya no podían controlarnos, sacaron las bombas atómicas y este fue el resultado, murieron muchos inocentes, pero también hemos sobrevivido unos cuantos. La resistencia nos hacemos llamar. El herrero del que te hablé comenzó con esta iniciativa, vivimos en bosques y arroyos, desiertos y montañas abandonamos las ciudades y ellos se lo tragaron, se tragaron que nos habían exterminado, que ya no queda nadie al otro lado. Ahora ellos son auto suficientes, tienen drones y robots que trabajan por nosotros, prescindieron de nosotros totalmente. Después de que mi "padre" muriera yo asumí el mando, nos estamos preparando para atacar, para cambiar el curso de las cosas, hemos creado algo grande. Sofi, no quería hacerlo sin ponerte a salvo, ahora tu decides, te unes o te vas."

jueves, 19 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 6 - Bienvenida al mundo.

Perdida, sin sabes hacia donde íbamos, recorriendo las calles llenas de gente a toda velocidad, nos íbamos acercando a las afueras de la ciudad, agarrada a el, sintiendo el viento en mi cara, sintiendo su piel en mi piel, el momento perfecto... pero vi aparecer a lo lejos la frontera, con sus blancos fusiles y cuatro soldados,lo cual no quería decir que no hubiera más escondidos, me aterré de una manera que apreté tanto que temí que se quedara sin respiración, pero seguí apretando y gritándole que no siguiera adelante.
-Arlet!!! Para, nos matarán!!!
-Tenemos que seguir
-Nos matarán, nos matarán!!- grité con lagrimas en los ojos- No podremos pasar, nos matarán!!!
-Todo tiene su brecha, ya lo he hecho mas veces.
-Arlet por favor!!! Arlet!!! - Estaba decidida a soltarme pero mis manos no me dejaban, se aferraban a el mas fuerte aún. Cerré los ojos pegué mi cara a su espalda y me conciencié de que moriría a su lado. Se oían disparos. Se oían gritos. Cada vez mas cerca, pero el no paraba...
De repente se silenció el mundo, la moto paró pero yo me seguía abrazando a el, pasaron cinco, diez minutos, el tiempo pasaba y yo seguía en la misma postura, me agarró las temblorosas manos, me las fue retirando suavemente de su cintura abrí los ojos suavemente mientras el descendía de la moto, yo tenía lagrimas en los ojos, estaba apoyada en el el asiento mirando hacia abajo, cayéndose lagrimas en el cuero, me agarró y me dijo dulcemente que bajara, me bajé, -no llores princesa- me dijo más dulcemente aún, pero yo no podía pensar en su dulzura, solo podía pensar en la rabia que me corroía el cuerpo, que podíamos haber muerto los dos, así que le pegué un bofetón lo mas fuerte que pude
-Idiota, nos podrían haber matado.
-No debo de ser tan idiota si no lo han hecho.
-Si quieres jugar al vivir o no vivir juega, pero juega tu solito, ni si quiera me has preguntado si quería venir...
-Y que me hubieras dicho eh? "Oh tengo que quedarme con mi papi, me da igual lo que le halla pasado a mi verdadera familia, a todos mis amigos, da igual solo me interesa el dinero de mi padre y mi nuevo y perfecto mundo". Mira un poco a tu al rededor.

Miré a los lados y solo se vía una ciudad en ruinas, todo estaba destruido, no había vida, solo miseria, los edificios estaban quemados, parecía haber pasado una guerra, parecía que hubiera pasado de todo mientras yo tomaba el té en una terraza.
-Arlet, que ha pasado aquí?
-Bienvenida al mundo princesa.

lunes, 16 de septiembre de 2013

CAPITULO 5 - Hacia el fin del mundo

"Son las 4:00, las 4:05.... ¿Por que no viene, por que no ha venido? ya debería haber llegado..." Solo podía pensar en eso.
Aquel chico, ese ángel en una harley, venia todos los días a las 4 en punto a mi instituto, se paraba, miraba hacia mi ventana, sonreía y se largaba, la verdad no me importaba, no lo tenía como un acosador ni nada por el estilo... Es mas me encantaba que viniera. En realidad me había obsesionado con el hasta el punto de salir a la calle esperándome encontrarlo y había llegado a perseguir a algún motero pensando que era el, pero es que nunca lo había visto de cerca, siempre se me escapaba... Entre tanto pensar en estas cosas sonó el timbre que indicaba que teníamos que irnos, y el no había venido. Con mi máxima cara de preocupación y hablando conmigo misma en bajo llegue a la salida y lo vi, ahí estaba, en su moto, con su chaleco de cuero y algo rojo en la muñeca, eche a correr hacia donde estaba (pensando en que se iría) pero no se fue. HaÍ estaba yo, frente a el, mirando unos preciosos ojos color miel, observando atentamente esa cicatriz en la ceja, observando cada pliegue de su piel, el momento que tanto había esperado y ese corte y ese pañuelo rojo en su muñeca había desmontado todo mi mundo.

-Arlet?!- Dije sin saber si reír o llorar, temía que me soltara algo como que me fuera con el y no saber que decirle...- Cuanto tiempo eh.

-Bueno nos hemos visto ayer.... jajajajaja.

-Arlet que haces aquí?!

-Pues hablar contigo- me dijo en tono vacilón

-ya pero.... ha pasado tanto tiempo y tantas cosas...

-Tu te alegras de verme no?- asentí con la cabeza -Pues entonces ven conmigo, sube anda.

mis temores se habían cumplido, que pasaría si me iba con el? y mi familia? vale no los apreciaba mucho, pero al fin y al cabo eran mi familia... Mi cabeza me decía que NO, pero el corazón me latía mas fuerte cada vez y me suplicaba que montase en aquella moto, así que lo hice, subí dando un suspiro.

-Y a donde vamos?

-Al fin del mundo- me susurró mirando hacia atrás.


CAPITULO 4 - mi marcha

En seguida entraron dos guarda espaldas en mi habitación mientras Verónica esperaba en la puerta a que me sacaran, me encontraron sentada junto a la ventana llorando por perder todo lo que conocía, pero no se compadecieron de mi, solo sirvió para que me pegasen un empujón hacia la salida.
Salimos del orfanato por la puerta principal, miré hacia las ventanas y en cada una de ellas se veía una carita de niña mirándome, algunas parecían envidiosas, otras se alegraban por mi sonriendo tristemente, pero me hubiera cambiando por cualquiera de ellas, en esos momentos solo podía pensar en ese niño que me hacia soñar todos los días, que me estaría esperando aquella tarde en el campo como siempre y yo no estaría ahí, así que dejé que mi mano se abriera y que el viento se llevara ese pañuelo rojo para que con suerte se enredase en la alambrada y se mantuviese ahí como recordatorio de una historia que nunca acabó, porque las historias sin un adiós, no son historias, son cuentos sin final.

Me metieron en un enorme coche volador y nos acercamos hasta la frontera, estaba llena de soldados ya advertidos de que yo sería entregada a las 4 en punto, me cambiaron por una maleta de dinero...

Y a partir de aquel día viví una vida llena de comodidades, era la favorita de papa pero yo hacia lo imposible por que me odiase, pero ninguno de mis esfuerzos daban resultado, me codeaba en las mas altas esferas, poniendo buena cara a los cumplidos que me hacían y encerrándome en mi habitación siempre que podía, cerrando los ojos, imaginando que estaba junto a el y todo era como antes.

viernes, 13 de septiembre de 2013

CAPITULO 3 - Verónica



Se oían pasos desde mi habitación, -Señorita Verónica, Señorita Verónica- Era Lupe una de nuestras cuidadoras, corría por los pasillos dando voces, estaba sin aliento e iba corriendo a un ritmo frenético, "algo gordo debe de estar pasando pensé" ye se detuvo a hablar justo en frente de mi habitación, soy de natural curioso así que no pude evitar pegar todo lo que pude y mas la oreja a la puerta...
-Señorita Verónica!!
- Ya la he oído Lupe no hace falta que chille más, ¿Se puede saber que pasa?
- Adivine quien acaba de llamar para adoptar una niña.
- ¿Como pretende que lo adivine? ¿Acaso tengo pinta de leer mentes? - Dijo tan amable como siempre...
- Pues ya se lo digo yo. ¡El mismísimo Rush! ¡El presidente de dómino! - Dómino era la parte derecha, el mundo estaba dividido en dos desde hacía cientos de años, en la derecha (América) residían los ricos y la izquierda un lugar llamado la veta los pobres o la "escoria" como así se referían a nosotros lo ricos. Nadie podía entrar ni salir de Dómino, excepto los huérfanos que eran adoptados, si lo intentabas estabas condenado a una muerte segura. - Bueno ¿y quien será la afortunada? eh, eso si, dijo que quería una niña bonita a la que no tuviera que cambiarle los pañales. ¿María? ¿Gema? no no espere ¡Ya lo tengo! - Dijo triunfal - Paula Santos, ¿que le parece?
-Sofia.
- Cual de ellas, ¿no será la pelirroja?
-¡Exacto! - Me aparté de la puesta retrocediendo de espaldas medio a gatas medio arrastrándome que temí que se enteraran, pero esa no era mi mayor preocupación, ¿por que yo? todas las niñas pijas estaban deseando este momento, el hombre mas importante del planeta, pasar al otro lado, menos yo... Yo solo quería ver a ese niño de ojos color miel, nada mas.- Nos ha dado muchos problemas, el sabrá como domesticarla, es guapa, y no lleva pañales, por fin nos libraremos de ella.

CAPITULO 2 - Nuestro primer encuentro



Yo era una niñita pelirroja de 8 años, enormes ojos azules y verdes, pecas, y bastante espabilada aquella tarde de primavera en la que lo encontré me había escapado una vez mas del internado para ir al campo, llevaba un pañuelo rojo en el pelo y un vestido de flores, y allí estaba el, parecía asustado, mirando a todos los lados como esperando que algo ocurriera. Cuando me vio retrocedió unos pasos como asustado.
-Hola ¿Como te llamas?- le dije
-"Arlet"
-JAJAJAJA que nombre tan raro, pero es bonito... ¿Y de donde has salido tu?
-Me escapé de casa, vivo en un pueblo costero- Añadió mas tranquilo.
-Arlet... - Dije en un susurro y acercando mi cara lo máximo posible a la suya - ¿Como es el mar?
-¿Que como es el mar? jajajaja ¿Nunca lo has visto?........ Pues es, es, precioso, y hay agua por todas partes, agua del color de tus ojos.
-Valla agua verde azulada, debe de ser bonito, sabes algún día iré. Me has caído bien y no tienes donde dormir así que te llevaré al orfanato para chicos, di que eres huérfano.
-¿Y cuando nos volveremos a ver?- dijo correteando detrás mía.
-Escápate del orfanato y ven aquí, si no vengo dejaré este pañuelo atado a la valla.
Dejándolo frente a la puerta me despedí de el y me fuí, estaba encantada de tener un amigo, y ademas uno tan guapo como ese niño de ojos color miel.
Desde ese día siempre volvamos a aquel campo y pasábamos las horas juntos hasta que daban las 8 y teníamos que volver. Transcurrían los días felizmente esperando el deseado momento de volverlo a ver.



jueves, 12 de septiembre de 2013

CAPITULO 1 - Arlet




Corríamos felices por el campo, riendo y gritando mientras el me hacía cosquillas, entonces nos tiramos en la hierba que flotaba sobre nuestras cabezas, mirando como brillaba el sol. Me miró, me miró de esa forma que solo el sabia hacer, haciéndome sentir que en el mundo solo estábamos los dos y nadie mas, me acarició la mejilla, y me dijo: "Algún día todo cambiará, ya lo verás." Y acto seguido me besó la mejilla tan dulce y largamente que no pude evitar sonrreir. Yo me limité a acariciarle con el pulgar esa cicatriz que tenia en la ceja derecha. Lo sabía todo sobre el, se llamaba Arlet, venía de un pueblo costero etc. todo menos como se habia hecho esa cicatrid, por mucho que se lo pregunté nunca quiso decirmelo asi que me limite a acariciarla de vez en cuando. De aquellas solo teníamos 10 y 11 años, eramos felices y deseabamos seguir así por siempre pero la vida nos tenía preparado otro destino.